Compaginar trabajo directivo y vida privada

Uno de los obstáculos, aunque no el único, con el que se encuentran es que la conciliación de las dos vidas familiar y profesional recae sobre ellas. Esto es especialmente importante en los países del sur, donde confluye el estereotipo de la mujer cuidadora y unos horarios muy poco adaptados a la vida familiar con reuniones que se prolongan hasta tarde y fines de semana ocupados.

Muchas mujeres renuncian más temprano o más tarde a desarrollar su trayectoria profesional, la abandonan en el momento de la maternidad, se desaniman por los numerosos obstáculos que hay que salvar para abrirse camino en un mundo muy masculino. Sin embargo son cada vez más las mujeres que sortean todos obstáculos y consiguen llegar allí donde se han propuesto.

Este artículo está dedicado a facilitar el camino de las mujeres profesionales y directivas. El coaching es un proceso que facilita la organización del tiempo, la priorización de las actividades y es capaz de ordenar los objetivos de manera congruente con el plan que nos hemos trazado.

Por eso te invito a seguir por medio del coaching el objetivo que aun no has cumplido, a superar las dificultades para llegar a donde siempre quisiste llegar, a dominar el estrés que te hace menos operativa, a defender tus ambiciones y a superar los obstáculos que saltan en la vida profesional, personal y en la confluencia de ambas. Es un hecho probado que el coaching es un método para cumplir tu plan de acción, perfeccionarlo y ajustarlo... solo depende de ti no abandonar tu objetivo y llegar muy lejos.

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Mujer directiva y familia

La familia, los hijos son temas recurrentes en el coaching de mujeres. La mujer directiva necesita ocuparse de ella, de su trabajo, de su familia, de sus hijos… todo esto influye en su vida profesional.

Las mujeres cuando están trabajando piensan en la familia, organizan los deberes, las cenas, los baños y son ellas las que adaptan sus agendas para compaginar el ámbito familiar y profesional.

Los hombres están lejos de esta carga familiar. Se sienten liberados de la responsabilidad y no necesitan tratar ni hablar de estas cuestiones ya que en apariencia no tienen estos problemas.

La mayoría de los directivos hombres tienen la posibilidad de centrarse en su trabajo y de estar exentos de las preocupaciones familiares cotidianas. Es evidente que muchos hombres no son insensibles a sus hijos y a su familia, pero cuentan con el respaldo de su mujer para la organización doméstica, ya sea hijos, plancha, etc.