Claves y consejos para tomar el control de tu vida y dejar atrás el victimismo
Libérate del victimismo y entra en acción para hacer realidad tus sueños
Responsabilizar a otros de la no resolución de los problemas propios y sentirse responsable de los problemas ajenos son dos formas de expresión de una de las trabas más comunes a la hora de tomar el control de tu propia vida: el victimismo.
El victimismo es una de los mayores obstáculos genéricos de nuestra sociedad, en la que todos son víctimas.
- Los que van de víctimas no toman el control de su vida y pierden todas sus oportunidades esperando que otros les vengan a resolver sus problemas.
- Los que son destinatarios del chantaje emocional de los que van de víctimas, también se convierten en víctimas, ya que pierden todas sus oportunidades por no descontentar a las primeras.
Es posible que tú pertenezcas a uno de los dos grupos o incluso a los dos. En este artículo encontrarás varias claves para liberarte de los victimismos, ya seas de un grupo, del otro o de ambos.
1.- Coge las riendas de tu vida
No esperes a que los demás hagan las cosas por ti. ¿Si no lo haces tú por ti mismo, cómo esperas que lo hagan otros por ti?
Cuando quieras algo, aprende a pedirlo. No esperes que los demás las adivinen y ten presente que pueden negarse.
Toma la decisión de manejar tu vida, sin esperar a que los demás respondan. Con eso no quiero decir que no puedas pedir ayuda, pero que cuentes con la posibilidad de que se puedan negar.
2.- Haz lo que realmente quieres hacer tú
Sigue a tus propios intereses, no los de los demás. Si haces la vida de otros por complacer, las posibilidades de éxitos serán muy bajas.
Si las cosas no salen, todo quedará en reproches. Cuando hay problemas y las cosas no se presentan como esperabas, nadie viene a comerse el marrón contigo, así que deja los reproches a un lado y haz tu vida.
3.- Aprende a ver las contrariedades como retos
Cambia tu diálogo interno. Sustituye el “pobrecita de mí”, “que malos son los demás”, por un “yo puedo” y un “esto me hará más fuerte”.
Mira las contrariedades como retos para crecer y hacerte una todoterreno. Los momentos de crisis son oportunidades de cambio y de mejora, y al final todo en la vida pasa.
4.- No eres malo si no atiendes los requerimientos de las víctimas
También te conviertes en víctima si accedes a todos los requerimientos de las víctimas. No eres malo si no lo haces, al contrario, estás ayudando a esas personas a que se desarrollen.
Además evitando esto puedes rendir al 100 % para ti. Eres responsable de ti mismo, no de los demás. Lo mejor que puedes hacer por los demás es enseñarles que pueden ellos mismos. Ya sabes: enseña a pescar, no les des el pescado.
Ten en cuenta estos cuatro consejitos y consigue liberarte de los victimismos.
3 pasos para tomar decisiones y controlar tu vida
A pesar de que en la sociedad actual en muchos países se goza de libertad y del gran privilegio de poder decidir sobre la vida y los negocios, lo cierto es que siempre corres el riesgo de no aprovecharlos y de sucumbir esclavizado por factores como la falsa seguridad, el qué dirán, los victimismos, entre otros.
El caso es que, a pesar de que puedes decidir sobre el 90% de lo que te acontece, es probable que estés dejando tu éxito y futuro en manos del azar y de factores externos, quejándote de tu mala suerte.
Tu éxito está en tu cabeza: si no vives la vida que deseas es porque te empeñas en creer que no puedes, que no es para ti, que es algo para unos pocos privilegiados.
- Libérate del victimismo
Nadie ni nada tienen la obligación de estar a tu servicio, ni de ayudarte. Sólo tuya es la responsabilidad de tu vida. Claro que puedes pedir ayuda a otros y buscar recursos, pero si se te cierran puertas, tendrás que seguir llamando a otras muchas.
En cualquier caso nunca debes pararte porque los demás no te ayuden o porque las circunstancias no te sean favorables, precisamente si esto es así, más razón para que te impliques a fondo.
- No permitas que los demás o el que dirán manejen tu vida
Tampoco caigas tú víctima de los caprichos de los que te rodean. La mejor manera de ayudar a otros, es enseñándoles a ser autosuficientes y no sacándoles las castañas del fuego en todo momento, sobre todo si esto significa tener que abandonar o posponer tus sueños. También puedes negociar con esto (un día te ayudo yo, otro día me ayudas tú).
¿Tan importante para ti es sentirte aceptada, como para dejar el control de tu vida en manos de lo que quieren los demás? Yo francamente prefiero no ser tan aceptada y vivir la vida de mis sueños.
De todos modos cuando vives la vida que quieres y eres feliz, acabas siendo aceptada por casi todos (nunca se puede agradar a todo el mundo).
- Entra en acción
Una vez hayas decidido que no vas a dejar que otros factores manejen tu vida, ha llegado el momento de entrar en acción para construir esa vida que deseas. Decide lo que quieres hacer y haz un plan de cómo lo vas a llevar a cabo.
Sigue el plan de acción y haz los pequeños ajustes que sean necesarios en función de la experiencia y de los obstáculos con los que te vayas encontrando. Recuerda que sin acción no hay resultados.
Aplica estas tres claves y toma el control de tu vida y de tu negocio de una vez por todas.
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