Depresión noógena o espiritual: cómo se produce y cómo debes tratarla
Tipos de depresión: endógena, espiritual o noógena,...
Podemos encontrar distintos tipos de depresión agrupados bajo la categoría de trastornos afectivos...
¿Qué es la Logoterapia?
La Logoterapia es un método terapéutico creado por Viktor E. Frannkl - 1.905-1.997 - catedrático de Neurología y Psiquiatría de la Universidad de Viena. Frankl completó su formación humanística después de la Segunda Guerra Mundial - en la que fue prisionero en varios campos de concentración - con un doctorado en Filosofía.
Escribió 28 libros. El más conocido es el que relata su experiencia vital. Lo tituló: "Un psicólogo en el campo de concentración" y que en nuestro idioma se titula " El hombre en busca de sentido".
La palabra griega Logos tiene varias acepciones. El significado que le da Frankl a este término es doble: "sentido" y "espíritu". Cuando lo emplea como sentido y como espíritu se refiere a la voluntad de descubrir y satisfacer la necesidad profundamente humana de vivir una vida con sentido. Esta vida con sentido es la consecuencia de experiencias con sentido. Su punto de partida se basa en una concepción antropológica integral que incluye lo biológico, lo psico-social y lo espiritual.
Con esa imagen estudia la situación del hombre de nuestro tiempo y encuentra en la búsqueda de sentido la más profunda tarea existencial del mismo.
Esta perspectiva difiere completamente de las bases en que se fundamentan las diferentes escuelas psicológicas que por lo general mantienen una postura psicosomática y social del ser humano. La ausencia de espiritualidad cercena lo más distintivo del hombre y de este modo queda únicamente atado a diferentes acondicionamientos, ya sean biológicos, psicológicos o socioeconómicos.
Para la Logoterapia ser persona significa sobre todo la facultad de ir más allá de todos los acondicionamientos porque lo esencial y más valioso de la existencia humana se encuentra en su propia autotrascendencia. La autotrascendencia es la capacidad de salir de uno mismo para volcarse - entregarse - a una tarea concreta que realizar, a una persona o grupo de personas a quienes amar o incluso para entregarse a un sufrimiento inevitable.
La logoterapia, sin dejar de lado lo biológico, lo psicológico ni lo social, inserta al ser humano en una dimensión superior: la esfera espiritual - o noética -.
Principios de la Logoterapia
- La posibilidad real de alcanzar la libertad de la voluntad: el ser humano es único e irrepetible y está llamado a la libertad responsable.
- Voluntad de sentido. Más importante que la búsqueda de placer o de poder, la motivación principal del ser humano es descubrir el sentido de la vida.
- El sentido de la vida se logra viviendo los valores creativos - trabajo con voluntad de servicio - las vivencias - Amor - y las actitudes - incluso aceptando con esperanza el sufrimiento que nos llegue -.
- El sentido del sufrimiento, de la culpa y de la muerte.
¿Quién puede decir que no ha sufrido, que no se ha sentido culpable y que no morirá?. Todos lo seres humanos debemos enfrentar esta triada para nuestro crecimiento.
La dimensión espiritual es el hilo conductor de la Logoterapia, porque contiene todos los recursos del espíritu humano capaces de ser empleados por la persona para contrarrestar la enfermedad y los traumas que la vida conlleva. Estos recursos espirituales podemos resumirlos en:
- Nuestra voluntad de sentido
- Nuestra creatividad e imaginación.
- Nuestra capacidad de Amar
- Nuestra conciencia y autoconciencia
- Nuestro sentido del humor -autodistanciamiento-
- Nuestro compromiso, ideales y valores.
- Nuestra responsabilidad y habilidad en la respuesta.
- Nuestra capacidad de arrepentimiento, de compasión, de perdón.
- Nuestro sentido de la finitud.
Tipos de depresión
"La carencia de un sentido vital desempeña un papel crucial en el desarrollo de las neurosis. En última instancia, hay que entender la neurosis como un sufrimiento del alma que no ha descubierto su significado. Aproximadamente una tercera parte de mis casos no padecen de ninguna neurosis clínicamente definible, sino de la falta de sentido y de propósito en sus vidas" - Carl Jüng-.
Podemos encontrar distintos tipos de depresión agrupados bajo la categoría de trastornos afectivos:
Depresión endógena
Es la que proviene de "adentro", sin razón, que no tiene un origen externo. Es de orden biológico. Hay fallos en la neurotransmisión y están implicadas sustancias como la serotonina, la MAO, etc. No son desencadenadas por ningún acontecimiento externo. Simplemente se abalanza sobre la persona afectada. Por lo general presentan ciclos temporales regulares. La terapia con homeopatía y oligoelementos - Cobre-Oro-Plata y Litio- suele dar buenos resultados.
Depresión reactiva frente a las adversidades
Generalmente coincide con un acontecimiento adverso en la vida, tal como la muerte de un ser querido, las desavenencias conyugales, los problemas económicos o de desempleo. No tienen un origen, sino una razón, especialmente una razón para estar triste. La depresión se instala como reacción a tal acontecimiento ingrato y bloquea la superación psíquica. La Logoterapia junto con homeopatía consigue buenos resultados.
Depresión espiritual o noógena
Hoy día es bastante común escuchar a las personas jóvenes y no tan jóvenes que "no tienen futuro" o ante la pregunta acerca del futuro nos encontramos que no tienen respuesta, no saben que van a hacer más adelante. No tienen planes, y si los tienen son más pesimistas que optimistas.
Esta sensación de falta de sentido en el futuro trae consigo una falta de respuesta en el presente. Este cuadro aparece también en personas mayores. Se reprime el futuro y de este modo se lo cierra.
Cuando esta sensación de falta de sentido toma por completo la vida de una persona podríamos estar frente a lo que Viktor Frankl llamó depresión noógena.
El cuadro no es sencillo de diagnosticar pero cada día aparece con mayor frecuencia.
El terapeuta ha de descartar, antes de abordarla con Logoterapia, y terapias complementarias, todo tipo de disfunción o patología orgánica recomendando para ello las pruebas necesarias.
La depresión noógena tiene su origen en una insatisfacción de tipo espiritual. Encontrarle sentido a la vida no es un tema de carácter psicológico sino espiritual.
Causas de la depresión
- Ruptura del diálogo. Lo que lleva a muchas personas a la consulta es la falta de diálogo. Se puede quebrar por varias razones: un fallecimiento, alguien que se va de casa, una amistad que se corta, falta de comprensión, respeto o tolerancia entre la pareja, etc. El problema surge cuando el interlocutor de la persona desaparece o por la razón que sea no está operativo. Esto conlleva la búsqueda de alguien con quien dialogar. Aquí aparece la figura del terapeuta. Se inicia un nuevo diálogo. Un encuentro existencial sincero y profundo. Lo que sana es el vínculo.
- El sufrimiento físico: Cuando este es muy fuerte, muy intenso, prolongado en el tiempo, el ser humano puede perder el sentido. Se pregunta: ¿Por qué me pasa esto a mi?. ¿Por qué sufro tanto?. ¿por qué tanto dolor? - por ejemplo, en enfermedades, accidentes graves, etc. El sufrimiento físico intenso es una de las causas que en muchas ocasiones lleva a las personas a dudar del sentido.
- La falta de confianza en la existencia humana: Está muy vinculada con la falta de fe, con no creer en nada, con una actitud escéptica frente a la vida. Cuando nada tiene valor, todo es lo mismo. Nada sirve. Es una visión de la vida que en el fondo elude el compromiso. Es una vida "light", en la cual no se integran los valores, que puede incluso derivar en un suicidio.
- La frustración existencial: Sucede cuando una persona persigue de forma rígida una meta que luego no consigue. Surge así la frustación. Los proyectos que enriquecen a la persona son proyectos flexibles, que se adaptan a lo que la vida nos presenta, a las variadas circunstancias que nos va proporcionando.
- Los conflictos de conciencia: La persona sabe que tiene que hacer algo y no lo hace o no lo puede hacer . Comienza a presentar un sentimiento de inferioridad, de culta, una perdida de la autoestima, con o sin connotación patológica. La culpa en Logoterapia es un tema importante. Puede hacernos cambiar nuestra conducta. Si sentimos culpa frente a nuestros actos intentaremos cambiarlos.
Terapia para la depresión: logoterapia
Si, como hemos expuesto, esta depresión sucede en el plano espiritual, no será bien abordada en un proceso terapéutico que no ve la dimensión espiritual del ser humano, contemplando a la persona en toda su integridad. Es un reduccionismo ver al ser humano sólo en los aspectos psico-físicos.
La Logoterapia es la terapia adecuada para solucionar la depresión noógena.
- Ampliar el campo de visión: apelar al ser espiritual
Cuando nos encontramos con una persona que cree no tener futuro, lo que le falta no es el futuro, sino el contenido de sentido en el presente, o su propia capacidad para encontrarlo. Para ayudarle a recuperar su futuro hacía su sentido concreto y personal. La misión del terapeuta es ensanchar el campo de visión. En el lenguaje de la Logoterapia se dice "levantar la lámpara", para que la persona pueda ver y ampliar su horizonte y así lograr que el mismo reconozca las posibilidades con sentido que antes no pudo percibir.
El sentido se puede descubrir, develar. Debemos apelar al ser espiritual que existe en toda persona. Apelar y luego esperar. El terapeuta debe impedir la resignación de esa persona y ayudarle a descubrir tareas con sentido.
- Cambio de actitud
En lo que se refiere a impedir la resignación LA Logoterapia propone un cambio de actitud que mantenga viva la esperanza de vislumbrar una chispa de sentido. Cuando no se puede hacer nada, todavía se puede hacer algo: se puede cambiar la actitud hacia el destino adverso.
Dice Frankl: " Como quiera que toda situación vital representa un reto para el hombre y le plantea un problema que sólo el debe resolver, la cuestión del significado de la vida puede en realidad invertirse. En última instancia, el hombre no debería preguntar cual es el sentido de la vida , sino comprender que es a él a quien se le pregunta. En una palabra, a cada hombre se le pregunta por la vida y únicamente puede responder a la vida respondiendo por su propia vida: solo siendo responsable puede contestar a la vida".
En muchas ocasiones encontramos personas que están viviendo en el sinsentido. Han perdido el sentido de su existencia y tienen que esperar el surgimiento de nuevas posibilidades de sentido. Pero ¿Cómo les acompañamos durante esa espera?. Si la persona pierde la esperanza de encontrar un nuevo sentido entonces ya no lo espera y se hunde.
La esperanza de que en algún momento aparecerá un destello de sentido en el horizonte. Sin la esperanza desaparece la razón para resistir.
En suma, hay un sentido que late en nuestro futuro esperando nuestra realización. Un sentido que nos llama y puede ser llevado a cabo en la realidad. Nosotros viviremos una vez y nadie puede sustituirnos en esa tarea. A nosotros corresponde decidir como queremos vivir, con o sin ideales, con o sin responsabilidad, etc.
- Distanciarse en lugar de identificarse
Todo lo que el ser humano tiene puede enfermar: cuerpo y alma. La mente y los sentimientos, pueden ser perturbados por la enfermedad. A pesar de ello. Nunca puede enfermar lo que la persona es: la esencia espiritual.
Por definición y teniendo loas ideas bien claras, lo espiritual se encuentra más allá de salud y enfermedad, más allá de la vida y de la muerte, trasciende el tiempo y el espacio, la energía y la materia, si bien se manifiesta por medio de todos ellos. Ello es semejante a como la música necesita de un violón o una orquesta para ponerse de manifiesto. Cuando el violín tiene un desperfecto - "esta enfermo"- a nadie se le ocurrirá pensar o decir que la que la música tiene una "enfermedad". Y cuando el violín se haya roto y esté inservible nadie dirá que la música se ha muerto.
La persona que sufre puede distanciarse de la depresión o identificarse con ella. Una persona que se identifica con ella se entrega a ella. Interpreta todo lo que la enfermedad produce como realidad. Se siente defectuosa y culpable, despreciable e indigna de vivir.
Una persona que se distancia de la enfermedad también la padece, pero rescata su núcleo de persona integro. Se puede sentir defectuosa y culpable, al igual que la anterior, pero sabe que esto es el cuadro engañoso de la enfermedad y nada real que deba inquietarlo como ser humano.
La depresión hace a quien la padece ciega para los valores. El que se identifica con la enfermedad cree que ya no existen valores y en ocasiones que no existe Dios.
En cambio, el que se distancia de su enfermedad nunca desesperará del todo. Ël lo identifica como síntoma de su enfermedad. Sabe que el no es su enfermedad, sino mucho más. El ser humano está y es mucho más que su depresión.
- Saber que el sol existe
Hay que saber esperar bajo los negros nubarrones sabiendo que la tormenta pasará y veremos de nuevo brillar el sol.
En el estado depresivo nada hace pensar en el sol por encima de las nubes, ni en el más pequeño rayo de luz, en ningún destello, quizá ni siquiera en el recuerdo de un astro luminoso. Pero el sol está allí, por encima de las nubes, del mismo modo que el amplio horizonte de sentido que está presente por encima de toda afección del enfermo.
El poder ayudar al depresivo a que despliegue sus "antenas espirituales" es todo un arte que Frankl desarrolló con exquisita metodología y rigor. Si se consigue es un verdadero triunfo personal, le conduce a su reconciliación con el destino. No hay nada más terapéutico para la depresión noógena.
Dice Frankl. " De este modo podemos capacitar al enfermo para que deje pasar su depresión como una nube, que si bien puede oscurecer u ocultar el sol, no por eso ha de hacerle olvidar que el sol continua existiendo. Así también el enfermo depresivo tendrá que aferrase a que su enfermedad es capaz, ciertamente, de oscurecer el sentido y los valores de la existencia, de modo que no encuentre nada en el mundo y en sí mismo que pueda hacer su vida digna de vivirse, pero también a que esta ceguera para los valores pasará y también llegará el mismo a experimentar un destello de lo que Richard Dehmel expreso alguna vez....: Mira, con el dolor del tiempo, juega la felicidad eterna".
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