Liderazgo contra emociones negativas

Noticias de nuestro entorno personal pueden afectar a nuestras dotes de liderazgo y, por ello, es conveniente saber discernir estos momentos, con la intención de que no afecten a nuestra vida laboral.

Transformando el pensamiento, reconduciendo mi emoción seré capaz de cambiar mi forma de actuar. Es el momento en el que encauzo mis emociones y las controlo de manera satisfactoria, poniéndolas a mi servicio y según mis intereses. De todas formas, conseguirlo no es tarea fácil. Recibir una noticia de la muerte de un ser querido puede ser un hecho traumático muy difícil de controlar que puede afectar decididamente al transcurso ordinario de nuestras vidas, no sólo en el entorno laboral sino también en el personal.

Lo importantes es intentar conseguir que nuestro liderazgo continúe intacto en nuestro entorno a pesar de esta adversidad emocional. Conseguirlo no es fácil pero hemos de intentarlo. Así, la programación neurolingüística o PNL y la Inteligencia Emocional nos recuerdan que la mente tiene el poder de controlar las emociones. Al pensamiento inicial le sucede la emoción que surge tras una determinada situación. Por ello, cada emoción es diferente dependiendo de cada momento.

La inteligencia emocional nos enseña que cada individuo puede ser capaz de tomar decisiones propias capaces de intervenir en aquel pensamiento que nos está generando una emoción negativa, con la intención de cambiarla. Con todo, sentimientos o emociones de tristeza, dolor, angustia, son muy humanos y muy difícilmente controlables puesto que son inherentes a nuestra condición humana.

La misión del líder es conseguir controlar esta emoción para hacerla servir a sus intereses y al de la organización para la que trabajan. Se trata de conseguir ser más asertivos para lograr un fin común, alejándonos de la negatividad que se contagia a nuestro alrededor, provocando resultados indeseados.