Las mejores estrategias profesionales para mujeres

Coaching para mujeres

La escasez de mujeres en los altos rangos de todas las profesiones es un hecho. Las mujeres son mayoría en los bancos de la enseñanza superior pero luego al incorporarse al mercado de trabajo, la cantidad se vuelve escasez conforme se avanza en la carrera profesional, sobre todo al subir en la jerarquía.

La escasez de mujeres en los altos rangos de todas las profesiones es un hecho. Las mujeres son mayoría en los bancos de la enseñanza superior pero luego al incorporarse al mercado de trabajo, la cantidad se vuelve escasez conforme se avanza en la carrera profesional, sobre todo al subir en la jerarquía.

Los bloqueos y la hostilidad que muestran muchos ámbitos laborales hacia las mujeres son cuestiones sabidas, públicas y notorias. Esto es una realidad y hay que conocerla pero también hay que combatirla con estrategias ganadoras en el ámbito profesional. A tener una visión sobre nuestro proyecto y a llevar a cabo la misión que nos hemos dado está dedicado este artículo.

El éxito, la palabra que no tiene que dar miedo

Visión estratégica del futuro, innovación, competitividad, liderazgo, ambición, convicción, comunicación y pragmatismo... son palabras que estamos poco acostumbrados a aplicarnos a nosotros mismos. Sin embargo, debemos pensar en ellas y utilizar su contenido cuando queremos un ascenso, promocionarnos, tener éxito.

Solo una minoría se plantea la exigencia del acceso a funciones de responsabilidad. Si son tan escasas las personas que ambicionan ser un día dirigentes es que en materia de éxito, el miedo a lo desconocido, o la adhesión a un proyecto ajeno, es lo que predomina. Sin embargo, buscar su propio modelo de éxito es vital.

Pragmatismo

Ser pragmático es tener ganas de acción, de llevar a cabo un proyecto con poder. Dar prioridad al pragmatismo es también priorizar los hechos y tener como objetivo su eficiencia. Considerar la reflexión como un instrumento para la acción y no como un fin en si mismo. No se trata de reflexionar solo, sino de utilizar la reflexión para guiar nuestra acción. Es también ser práctico y concreto para ir a lo esencial y llevar a cabo el proyecto por encima de todo. Es tener una visión a medio y largo plazo, que es la que `permite seguir el camino trazado.

Visibilidad

Para aumentar la visibilidad es aconsejable proyectar una imagen profesional positiva. Esta imagen empieza por la presentación personal apropiada de uno mismo. Informarse de las reglas de la organización, de nuestro papel y especialidad. No dudar en llevar a cabo tareas que permitan darse a conocer: organizar reuniones, redactar informes por escrito, participar en las publicaciones. Utilizar las redes de forma efectiva, contactos y asociaciones apropiadas son un medio de apoyo. Utilizar bien las nuevas tecnologías. Aquí entran las presentaciones, la comunicación…

La comunicación

La comunicación de nuestras acciones es también necesaria. Hay que dar visibilidad a los resultados que obtenemos. Hablar claro sabiendo el mensaje que estamos transmitiendo.

No es suficiente trabajar bien, esperando que los demás se den cuenta, es necesario comunicar nuestra acción y resultados de manera clara y concisa. Manejar la proyección y la imagen hacia el exterior es estratégico.

¿Qué cambios y mejoras debes incorporar para progresar?

Si deseas progresar profesionalmente incorpora los cambios indicados en los apartados anteriores paso por paso. Empieza por aclarar por escrito el plan personal. Entrénate en el primer aspecto que quieras desarrollar y valora el resultado. Cuando consideres, pasa a añadir otros aspectos de mejora. Cada vez modifica y adapta el plan, y modula la velocidad de aplicación de los cambios. Ahora ponte a trabajar y suerte!!

Para construir tu imagen identifica tus valores, habilidades, oportunidades, debilidades, la percepción que los demás tienen de ti, tus errores de percepción. Hacer este ejercicio te ayudará a saber cuáles son tus expectativas y a poner en marcha algunas correcciones y mejoras que estén acordes con tus objetivos. Si quieres lograr algo distinto a lo que tienes, es necesario que cambies algunas cosas, si continuas haciendo lo mismo, no conseguirás nada nuevo.

Rendimiento, imagen y visibilidad

Según Eleri Sampson, los tres factores que contribuyen a la promoción personal son hacer el trabajo o rendimiento, la imagen y el estilo personal, es decir cómo nos ven los demás y la exposición y visibilidad, es decir quién nos conoce, nuestra reputación. Estos tres ingredientes se combinan de la siguiente manera: el rendimiento contribuye al ascenso en un 10%, la imagen en un 30% y la visibilidad en un 60%. Ello explica por qué las personas muy capaces no logran un buen posicionamiento en el trabajo o la organización. Dan una imagen incorrecta, desorganizada o carente de ambición.

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