Cómo concentrarse para estudiar: conoce los trucos más efectivos
Trucos para conseguir mejorar tu concentración
Concentrarse para estudiar no es tarea fácil en un mundo donde abundan los estímulos de todo tipo, que dispersan la atención y dificultan la memoria. Jenny Guerra Hernández comparte algunos trucos tanto para mejorar, como para aumentar tu concentración.
En un mundo de prisas y ajetreo es cada vez más difícil concentrarse en lo que uno desea. Simplemente, estamos sometidos a tantos estímulos que, prestar atención de forma voluntaria a algo resulta muy complicado y mantenernos en ese estado de concentración una vez que lo hemos logrado, es casi imposible. Por eso, te presentamos unos trucos para que consigas mejorar tu capacidad para concentrarte.
Cuando una persona se concentra, lo que está haciendo es dirigir toda su atención consciente hacia un objetivo determinado, ignorando de forma voluntaria todo aquello a lo que no le interesa prestar atención. Parece más fácil decirlo que hacerlo, pero una mente entrenada es capaz de realizar esta acción de forma voluntaria porque se ha preparado para ello.
Aprende a realizar juegos de magia para mejorar la concentración
Practicar trucos de magia es una forma muy efectiva de mejorar tu concentración, porque no sólo hay que estar atento a las acciones que debes realizar como mago, sino a las reacciones del público ante el que estás actuando.
Una forma de adquirir con éxito tus habilidades como mago, es practicar frente al espejo. Así, podrás desarrollar el hábito de mirar a los otros mientras realizas tu rutina de magia y con ello, estarás adquiriendo la capacidad de concentrarte con mayor facilidad.
Utiliza varios sentidos para concentrarte
Es más fácil que consigamos concentrarnos al ver una película que al escuchar a alguien hablar por teléfono. ¿Te has preguntado alguna vez por qué?
La respuesta es bien sencilla: mientras ver una película requiere la intervención de la vista y el oído; para escuchar una conversación telefónica, sólo hace falta poner en funcionamiento nuestro sentido de la audición.
Desde esta perspectiva, la receta para concentrarse tiene que ver con utilizar el mayor número de sentidos a la vez. Así, por ejemplo, será más fácil memorizar una lección de historia si además de escucharla, la visualizamos; y si podemos situar en un mapa los personajes que se citan, pues mejor.
Detecta las condiciones que mejoran tu concentración
Todos hemos vivido la experiencia de sentir que estamos intensamente concentrados. El problema es que tras haber experimentado esta sensación, no sabemos cómo hacer que se repita cuando queremos.
Si le preguntamos a cualquier persona que sea experta en alguna habilidad, seguro que sabrá contarnos en unos simples pasos cómo logra ponerla en práctica. Con la concentración, ocurre lo mismo.
Básicamente, lo que debes hacer es llevar un registro de qué condiciones has detectado que son favorables para que entres en un estado de concentración, y tratar de emularlas tanto como sea posible. De esta forma, irás mejorando poco a poco tu habilidad para concentrarte a voluntad.
Prueba todos los métodos de concentración que encuentres
Si vamos a cualquier biblioteca, seguro que encontramos más de diez libros que prometen ayudarnos a mejorar nuestra concentración. Muchas veces, los leemos, llevamos a cabo sus enseñanzas y nos damos cuenta de que mejoramos, pero no lo suficiente. Esto suele pasar porque ponemos todas nuestras esperanzas en un único método, cuando es mejor utilizar varios a la vez.
Piénsalo de esta forma: si con un único método para concentrarse bastase, no se seguiría investigando en este campo, ¿no?
Aprender muchos métodos puede ayudar a que controles con más facilidad las variables que pueden provocar que pierdas la concentración. Cada método, está enfocado desde una perspectiva diferente, lo que ayuda a reducir las lagunas de aprendizaje que todos encontramos al adquirir nuevos conocimientos.
Conoce tu cerebro
La neurociencia cognitiva nos ayuda a conocer mejor nuestro cerebro y su funcionamiento, lo que permite que podamos interiorizar con más facilidad las acciones que tenemos que poner en práctica para alcanzar un estado óptimo de concentración.
Cuando uno ha visto un escáner de un cerebro concentrado, es más fácil visualizar qué nos pide cada autor que realicemos con nuestra mente para lograr concentrarnos, y con ello es más probable que alcancemos el éxito en esta tarea. Por otro lado, al conocer mejor el funcionamiento de la mente, será más fácil recrear las condiciones que necesitamos para concentrarnos mejor y con mayor facilidad.
Aprender a concentrarse es una habilidad que se desarrolla con la constancia y la voluntad. Por ello, es fundamental practicar cada día si es posible y valorar cada error como parte del aprendizaje, y no como un fracaso absoluto. Porque si algo tienen en común las personas con habilidades mentales prodigiosas es que siempre están tratando de ser mejores. Lo que implica que no son perfectos, ¿no?
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