Estrés en el trabajo

Todos hemos experimentado, en alguna ocasión, la sensación de estar hartos de nuestro trabajo. Un jefe insoportable, compañeros con los que no congeniamos, reproches injustificados sobre nuestro desempeño, mala paga...las razones pueden ser muchas.

Pero más importante que analizar estas razones o descubrir los motivos es tener en cuenta algunos consejos, que nos pueden servir para tomar de otra manera las situaciones complicadas durante la jornada laboral:

• Una de las formas para que el estrés no se acerque es mantener una buena salud. Está más que comprobado que una dieta nutritiva y completa, un buen descanso y el ejercicio regular ayudan a mejorar el estado físico y mental.
• Cuando advierta que su día viene ajetreado, es conveniente relajar la tensión con mini-descansos no planificados, que pueden transformarse en caminatas, reuniones con amigos, etc. También resulta muy importante no obviar el tiempo libre habitual, o sea disfrutar convenientemente los fines de semana y las vacaciones.
• Otro punto clave es aprender a manejar los tiempos. Si somos diestros con el calendario y los horarios, las tareas no se superponen ni nos atosigan.
• Evitar el perfeccionismo en la actividad laboral es también muy importante, porque el exceso en la búsqueda del detalle perfecto provoca demoras en el trabajo y crea estrés en todos los integrantes de un equipo. Es preferible plantearse metas concretas y alcanzables, y de ahí en más intentar ir mejorando.
• Por otro lado, es positivo reconocer los tiempos y límites de estrés que cada persona está preparada para asumir, y no comprometerse con demasiadas tareas. En resumen, saber decir que no a tiempo.

Estos puntos pueden ayudarnos a intentar manejarnos con menor ansiedad en la actividad laboral. Pero siempre debemos apuntar a equilibrar los deberes y los placeres, para que nuestra vida sea balanceada.

Pasar tiempo con la familia y con los amigos, practicar un hobby, delegar responsabilidades...muchas son las opciones para estar mejor. No hay que olvidar nunca que se trabaja para vivir, pero que no podemos vivir para trabajar.