Enfermedades del estrés, ¿cuáles son?
Los disgustos nos enferman
Si bien, como señala Josep Masdeu, "científicamente no se ha demostrado la relación entre el estrés y los disgustos con la aparición de ciertas enfermedades", el estrés causa otros trastornos. Conócelos y evita que los disgustos te enfermen.
Disgustos, emociones y salud
Igual que el amor, la inseguridad, las alegrías, el placer, etc., el disgusto y la rabia son emociones humanas que hacen que nos conozcamos mejor.
Científicamente no se ha demostrado la relación entre el estrés y los disgustos con la aparición de ciertas enfermedades como el cáncer, pero sí son causa directa o indirecta de otro tipo de trastornos.
Se ha demostrado que acontecimientos traumáticos pueden causar una depresión, y también afectar al sistema inmunológico y hacer que el cuerpo tenga menos capacidad a la hora de luchar contra virus y bacterias; por ejemplo, las personas tristes o deprimidas sufren más resfriados. Estos acontecimientos no provocan en sí enfermedades, pero sí que lo hace "la manera que tiene cada uno de reaccionar ante un suceso".
Hay disgustos que no desaparecen, permanecen horas, días y por largo tiempo. Estos se vuelven difíciles, intensos, afectando la conducta, los sentimientos y los pensamientos.
La disciplina que trata la relación entre las emociones y las patologías orgánicas es la "psicosomática". Sin embargo, a las personas les cuesta creer que los procesos psíquicos pueden producir problemas somáticos, (relacionados con el cuerpo). Las emociones van acompañadas de reacciones corporales, como de la circulación, de cambios respiratorios y de secreciones glandulares. La corteza cerebral puede reducir algunas reacciones fisiológicas; de este modo, algunas personas con adiestramiento pueden dominar estas reacciones y aparentan un control total.
¿Qué son las enfermedades emocionales?
Las enfermedades emocionales no se consideran enfermedades mentales, aunque se les debe dar la misma importancia.
Tenemos que cuidar los cambios emocionales y más cuando son duraderos e intensos. Eso lleva a que la persona desarrolle formas de adaptarse a determinadas situaciones de la vida, pero la persona que se encuentra afectado por estos trastornos, no se considera enfermo y aquí es donde radica el problema, porque las enfermedades emocionales aumentan considerablemente convirtiéndose en un desastre de nuestro tiempo.
Si no superamos el pasado, es muy probable que pensemos que el presente y el futuro serán la repetición del pasado, o lo que es lo mismo, del problema.
Para aceptar y superar el conflicto, hemos de aceptarlo como parte de la vida. Para ello debemos decir nuestra verdad, lo que pensamos, el dolor que nos ha causado, el daño, el enojo y objetivar el deseo de autocastigo, de venganza que nos ha provocado.
Algunas ideas para superar el disgusto:
- Admitirlo y resolverlo.
- Investigarlo, identificar que lo produce.
- Hablarlo, controlando la respuesta instintiva, e impulsiva, buscar aquello que lo provoca y examinar salidas.
- Olvidarlo y librarse de él.
Qué es el estrés y en qué tipos de conducta se manifiesta
El estrés es el resultado de la adaptación del cuerpo y la mente a determinados cambios externos e internos, cuando ese período de ajuste es duradero en el tiempo, es cuando pasa a considerarse una enfermedad emocional.
Algunas conductas habituales, son:
- Irritación: Tiene una actitud destructiva, discutiendo por cualquier motivo.
- Mal humor: Está deprimido siempre y los pensamientos son negativos.
- Preocupación constante: Se siente superado por cualquier acontecimiento.
- Recelo y suspicacia: Cree que todo está en contra suya.
- Egoísmo y ambición: Tiene poco respeto con los otros.
- Incapacidad y dependencia: Elude responsabilidades y le cuesta tomar decisiones.
- Falta de control emocional: Reacciones excedidas ante diferentes situaciones.
- Distante: Pensando más en fantasías que en la realidad.
- Hipocondríaco: Preocupándose e imaginando posibles enfermedades.
Estos trastornos emocionales van asociados al insomnio, los trastornos cardíacos y digestivos, las contracturas musculares, la irritabilidad, afecciones cutáneas y hasta las disfunciones sexuales. Todos son avisos que hemos de tener en cuenta para salir a tiempo del problema. El riesgo es la presión que se aguanta. Los hábitos alimenticios cambian, la calidad del sueño es mala, perjudicando a los órganos y provocando enfermedades.
También afecta a la comunicación con el entorno volviéndose las personas agresivas y conflictivas. Bajando considerablemente el rendimiento en el trabajo y los estudios.
Propiedades curativas de la comprensión
La comprensión tiene propiedades curativas, ayuda a que los casos pequeños no empeoren.
Se puede ayudar a estas personas:
- Haciéndoles notar que no están solos. Sí encaran la vida, se sentirán aliviados de tener alguien que lo comprenda.
- Escuchándolos con atención y sin interrumpirlos demasiado, necesitan alguien con quien hablar y quieren explicar sus problemas.
- Intentando tranquilizar su presión emocional, procurando relajarlas para que comprendan mejor la situación.
- Tener conocimiento acerca de las enfermedades emocionales puede ayudar a entender el problema.
- Aconsejándolos para que consulten a un profesional.
La alimentación y su relación con los disgustos
La alimentación permite aportar vitaminas, minerales y oligoelementos, de los que he hablado en un artículo anterior, son fundamentales para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Nuestras células son atacadas por los disgustos, el estrés, el cansancio y los radicales libres, por ello es necesario tener dosis suficientes de Cobre, Manganeso, Zinc o Selenio y vitaminas del grupo C y E, todos estos se consiguen con una adecuada alimentación equilibrada.
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