Consejos para ser más productivo en el trabajo

Un día de trabajo puede ser una condena interminable para aquellas personas que no se organizan debidamente, de ahí la importancia de la planificación y el orden para romper la rutina y convertir el tiempo en productividad, personal y profesional.

El día simplemente no tiene suficientes horas para hacer todo lo que uno debe hacer. De ahí la importancia de saber planificarse, organizarse con método, para alcanzar todos los objetivos del día. Por ejemplo, hemos de resistir la tentación de leer todos los emails del día, escogiendo sólo los vitales y necesarios, ya que leerlos todos puede llevarnos a contestarlos, con la consiguiente pérdida de tiempo innecesaria, en muchas ocasiones. Así, un buen consejo es dejar los emails de los amigos para el final de la jornada.

Otra recomendación es que, a menos que trabajes para un medio de comunicación, debes leer las noticias en otro lugar que no sea la oficina ya que esto te quita tiempo para concentrarte en tus quehaceres. Recuerda que la red es una gran distracción en el centro de trabajo y es muy accesible.

También es importante aprender a delegar, si es el caso. Saber delegar es algo en lo que destacan los mejores jefes. Revisa la lista de tareas y prioriza.

Igualmente importante es aprender a decir que no. Es vital saber cuándo has llegado al límite de lo que puedes hacer. También se recomienda huir de la socialización a excepción de los momentos del día especialmente indicados para ello.

Organizarse es la clave del éxito profesional. Llegar temprano al trabajo y ordenar la agenda del día es un sistema que nos permite organizar mejor nuestro tiempo de trabajo. Realizar la lista de las tareas y seguirlas a rajatabla será nuestro objetivo. Además, si contamos con métodos electrónicos que nos lo recuerden, mejor que mejor.

Por último, no desmoronarse. Si seguidos todos los consejos siguen quedando tareas pendientes por realizar es muy probable que no hayamos sido del todo realistas y que nos hayamos pasado en exceso con los objetivos diarios. No seas demasiado exigente contigo mismo y espera al día siguiente, momento en el que puedes retomar donde lo dejaste, sin estresarte.