¿Puedes tú hablar con Dios?
Olvida el caletre: Háblale a Dios desde tu corazón
Un diálogo que nos exhorta a abrir nuestro corazón al Creador y hablarle con la confianza de un verdadero Padre, con la familiaridad de la más amada Madre. Como dice Quintero Altuve orar y rezar es hablar con Dios; olvídate de lo que te enseñaron al caletre y dile a ÉL lo que sale de tu corazón, lo que sientes, lo que vives, lo que deseas… y si le vas a pedir algo, no lo hagas para ti, porque ÉL sabe lo que tú necesitas. ORAR es dar y pedir para nuestro prójimo.
Las misivas que leerán a continuación estuvieron extraviadas durante meses en mi cuenta de gmail. Ayer, mientras limpiaba mi casilla de enviados, (no entiendo cómo fueron a parar allí) encontré estas dos joyas que me remitió mi amigo de Ciudad Bolívar, Víctor Manuel Quintero Altuve. En ellas, dos paisanos venezolanos, un guayanés y un caraqueño, tertulian sobre las cosas del Espíritu a partir de situaciones y eventos cotidianos. Espero que las disfruten.
Cartas para reflexionar sobre Dios y la espiritualidad
Carta 1
Buenos días; le escribo en este domingo ideal para descansar; deseo que nuestras almas, corazones y mentes se llenen de nuestro PODER SUPERIOR, para inspirarnos en el bien y así poder multiplicar las bendiciones del Padre en nuestros semejantes; esto nos llena de dicha, ya que así colocamos un granito de arena en esa inmensa playa que es el Universo infinito.
Muchas gracias por enviarme la lista de los libros (ver el artículo BIBLIOTERAPIA: LIBROS QUE SANAN); son de una gran importancia, mucho más en estos momentos en que vivimos.
Me perdona que abuse de su confianza y su tiempo; le voy a contar una pequeña anécdota.
Tengo en la casa dos perritos y una gata parida; al ver cómo se portan los perritos con la gata y los gatitos recién nacidos, me dan ganas de reflexionar; estos animalitos, supuestos enemigos, se cuidan, se dan afecto, se miman; en cambio, ¿cómo nos portamos los seres humanos los unos con los otros?
Al pensar en la vida que llevan muchos de nuestros semejantes alrededor del mundo, pienso que sólo nuestras acciones, guiadas por la inspiración divina de NUESTRO SER SUPERIOR, pueden corregir el rumbo que lleva la Humanidad.
Dándole nuevamente las gracias y deseando que pase un domingo feliz, en unión con su familia, le diré que DIOS ME LO BENDIGA.
Víctor Manuel Quintero Altuve
Carta 2
Estimado Víctor:
Un saludo en este hermoso domingo. Estoy en la isla de Margarita, vacacionando con la familia.
Todos los seres somos hijos e hijas dilectas del Padre. En nuestra soberbia humana, nos creemos "más especiales", "más racionales", "más inteligentes", e incluso, "más espirituales".
No obstante, sabemos que "Dios es Amor" y esta energía infinitamente creativa, afectuosa e inteligente puede mostrarse a través de cualquier criatura del Uno, ya sea en nuestro planeta o en cualquiera de los trillones de mundos que gravitan en el Universo.
En este caso, tu gatos y perritos derrochan esa inteligencia emocional que caracteriza a los que fluyen con la energía del Ser Superior; ¡qué limitado el ego humano cuando cree ser el único portador de la Voluntad e Inteligencia de Dios!
El Uno ha creado a todas las cosas y seres con la facultad de evolucionar; y sólo quien evoluciona al compás de la energía del Amor -sea de la especie que sea- podrá vislumbrar el Reino de los Cielos.
Feliz domingo, Víctor, y que el Ser Superior te colme con múltiples bendiciones.
Carmelo Urso.
Carta 3
Buenas noches. Se dice que cuando se está con Dios, ÉL está con uno; pero mi verdad es que ÉL siempre está en nuestro Ser, aunque a veces (por debilidad) pretendamos no quererlo.
Pero por más que no queramos tenerlo al lado, ÉL siempre desea estar con nosotros, para protegernos, para darnos esos dones que necesitamos, para brindarle al prójimo lo que tanto necesita: AMOR.
Dios lo ilumina a Ud., no sólo para escribir sus notas, sino para enviarlas en momentos en que se necesitan; hace poco, me llegó el artículo ORAR ES UNA AMOROSA ENERGÍA, y precisamente ese día hablaba con un amigo con respecto a que lo mucho que le pedía a Dios, rezando las oraciones que había aprendido de niño; sin embargo, era como si nada: no encontraba solución a sus problemas.
Yo le dije: "¿Ves a Dios?"; él me contestó: "¿cómo lo voy a ver? ¡Eso es imposible!". Añadí: "¿Crees en Dios?"; me dijo que sí; le pregunté cómo se lo imaginaba: no supo contestarme.
Él tiene un jardín muy bonito, una señora muy buena y unos niños muy hermosos; goza de buena salud; los problemas que padece son por su responsabilidad.
Le pregunté: "¿por qué cuidas tanto tu jardín?"; me dijo: "porque me gustan las flores y me siento complacido al verlas tan bonitas"; repliqué: "ves, allí está Dios: Él se convierte en flores para que veas Su hermosura".
Re-pregunté: "¿cómo es tu señora?"; dijo el amigo: "demasiada buena, ¡me ha aguantado tantas cosas!"; entonces respondí: "ves, ¡allí está Dios, que aunque lo tratemos mal, siempre está con nosotros!".
Volví a preguntar: "Y los niños, ¿te quieren?"; "¡mucho, Víctor!", exclamó mi amigo; contesté: "ves, allí está Dios, que aunque seamos como seamos, siempre nos da su cariño".
Lo interpelé una vez más: "¿siempre has tenido buena salud?"; "Sí, Víctor, claro que sí"; dije: "ves, allí está Dios, pues aunque quieras destruirte inconscientemente, Él siempre te protege".
Terminé diciéndole: "Bueno, entonces ya conoces a Dios, ya sabes dónde está; orar y rezar es hablar con ÉL; olvídate de lo que te enseñaron al caletre y dile a ÉL lo que sale de tu corazón, lo que sientes, lo que vives, lo que deseas? y si le vas a pedir algo, no lo hagas para ti, porque ÉL sabe lo que tú necesitas. ORAR es dar y pedir para nuestro prójimo".
Eso fue lo que le pude explicar con respecto a la forma de orar; después tuve la suerte de recibir su artículo.
Le pido un favor: cuando tenga un poquito de tiempo y pueda contestarme, dígame si lo que le dije después a mi amigo fue acertado o no.
Muchas gracias y que mi SER SUPERIOR lo siga iluminando, para seguir aprendiendo de Ud.; un saludo muy cordial a su esposa y a sus queridos niños. DIOS ME LOS BENDIGA.
Víctor Manuel Quintero Altuve.
Carta 4
Estimado Víctor:
¿Qué autoridad tengo yo para opinar si lo que dice un Maestro de Vida está bien o mal? Porque, a mi entender, la respuesta que diste a tu amigo fue la de un Maestro de Vida. Fue la respuesta adecuada en el momento adecuado.
Dices que aprendes de mí; bueno, si soy capaz de instruir a tan dotado Docente del Alma ?tal como lo eres tú- me sentiré honradísimo.
Este diálogo entre tú y tu amigo cautivará e iluminará a muchos; nos exhorta a abrir nuestro corazón al Creador y hablarle con la confianza de un verdadero Padre, con la familiaridad de la más amada Madre; nos alienta a hallar al Uno en la sencillez de la cayena del jardín, en la sonrisa de ese hijo o hija que nos ama incondicionalmente, en las sensatas regañinas que de cuando en cuando nos endosan nuestras esposas, en el efímero y gozoso instante presente en el que se desarrolla cada respiración de nuestra Vida.
Te saludo, amigo guayanés, entrañable instructor del Camino,
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