Conocerte a ti mismo: un punto de partida
Entenderse a uno mismo
El estar alerta a los comportamientos y actitudes que tenemos en la vida, nos hacen conocernos mucho más como personas, posibilitando detectar problemas a tiempo. El conocerse a uno mismo, es un punto de partida para llevar una vida mucho más completa. A veces, vernos de afuera, como si fuéramos otro, nos hace percibir factores que no sospechábamos.
El empezar a conocerse y entenderse a uno mismo puede ser un interesante punto de partida para comenzar a comprender nuestras propias vidas de otra manera y, de esa forma, tomar nota de nuestros defectos y virtudes. Tomarse un momento diario para reflexionar sobre nuestros accionares puede ser importante.
Hay que tomar distancia de uno mismo, mirar las imágenes que se nos suceden por la mente. También es bueno tratar de identificar nuestras preocupaciones, nuestros miedos, nuestras razones que nos conducen a la ira. Pero lo mismo con motivos opuestos: mira que te produce placer, felicidad, que cosas te despiertan una sonrisa. Ver lo que nos pasa puede ser un paso importante.
Cuando ya has tomado el hábito de estudiar tus comportamientos, de conocerte un poco más, ya sabrás como reaccionas ante determinadas situaciones. Es factible que sea una buena manera de prevenir problemas posteriores, evitando lo que te hace mal y generando vínculos con lo que te reconforta.
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