Pierde el miedo a ganar dinero

Pierde el miedo a pedir dinero por tus productos o servicios

Es muy frecuente el gran obstáculo de no atreverse a poner valor a los productos y servicios. La razón casi siempre es social, ya que nos han educado en las falsas creencias de que el dinero y todo lo relacionado con el mismo es malo o pecado. Tememos también sufrir el rechazo de los potenciales clientes y eso nos provoca resistencia a poner un precio.

Si este es tu obstáculo, tienes que eliminarlo cuanto antes, ya que es indispensable para sacar adelante un negocio próspero. Tu trabajo tiene un valor, no se lo quites tú. Comienza a valorarlo e incluso a aumentarlo con el tiempo y tu experiencia, para que los demás también lo hagan.

Aprende en este artículo unas claves, para que poner un precio a tus productos o servicios deje de ser tu obstáculo y puedas así producir las ganancias que esperas.

Valórate tú para que los demás te valoren

Si tú misma no te das el valor ¿Cómo pretendes que lo hagan los demás? Es muy importante que valores tus productos o servicios y se lo hagas ver a tus potenciales clientes.

Pon un precio y muéstrales que el valor del producto es superior al precio que tú has pedido, con ello ya verás que ningún cliente se te resistirá por motivos de precio.

Las nuevas tecnologías

Este tip, lo repito en casi todos los artículos, ya que las nuevas tecnologías dan la oportunidad de llegar a más personas y de que las mismas puedan ver lo que haces sin tener que enfrentarte a ellos directamente, más que cuando ya están decididos a comprar.

Date cuenta de que las nuevas tecnologías rompen esa barrera del miedo a enfrentarte al cliente para decir tu precio. Con el tiempo y la costumbre, verás que luego tampoco te cuesta hacerlo directamente.

No te transformes en un salvavidas

A veces también se tiene miedo a poner precio, porque vemos a gente que creemos que no se lo puede permitir y pensamos que estamos siendo abusadores y egoístas, por la educación recibida de la que te hablaba al principio de este artículo.

Piensa que un negocio está hecho para ganar dinero. Para poder ayudar a los demás, primero tienes que ayudarte a ti misma. Cuando ya tengas un negocio próspero, puedes crear alguna bolsa o asociación que financie a gente que lo necesite, pero no te ahogues tú para salvar a los demás.

Con estas estrategias el poner un precio a tus productos o servicios dejará de ser un problema, conseguirás crear el hábito y transformarlo incluso en un placer, con el que conseguirás los ingresos que te propongas.