Consejos para mejorar la comunicación con los hijos adolescentes
Un día llegó la adolescencia
La adolescencia es un momento complicado que requiere especial atención y energía por parte de los padres. Cambian las formas de actuar, de hablar y la comunicación puede volverse algo difícil. Descubre consejos efectivos para fortalecer la relación y educar a tus hijos adolescentes.
A partir de los 13 años, los jóvenes comienzan una etapa de difícil transición: la adolescencia. Son esos años en los que dejan de ser niños y viven un conflicto interno entre la dependencia que aun tienen de sus padres con su deseo y necesidad de independizarse.
Todo este revuelo hormonal y el trabajo de una construcción de identidad, repercute en el humor, los tratos, y la energía de tus hijos.
Las cosas que antes se sucedían de forma natural ahora hay que dedicarle más atención (el estudio, los horarios de llegada al hogar, el uso del teléfono, etc).
Como padre, este momento también puede desconcertarte y no saber cómo manejar las situaciones. Las discusiones se vuelven algo cotidiano y siempre responden a esta necesidad de libertad.
Amas a tus hijos, ya que esta es una etapa en la vida en la que debes estar muy presente para apoyarlos, guiarlos y comprenderlos.
Existen algunas pautas que puedes seguir para encontrar un cierto equilibrio entre el mantener el control sobre el adolescente y aprender a concederle más libertades y responsabilidades.
En primer lugar, si quieres lograr que la comunicación tenga efectos profundos en tus hijos, debes asegurarte que cada acción que implementarás cumpla con estos tres criterios básicos:
- Coherencia: no cambies de reglas todo el tiempo. Trata de seguir un mismo criterio.
- Consistencia: si aplicas un castigo (no usar la computadora por ejemplo) hazlo cumplir.
- Continuidad mantén en el tiempo la coherencia en la tarea de educar y acompañar a tus hijos.
Cómo tratar a un adolescente: consejos que funcionan
- Mejorar la educación de los hijos, es mejorar uno mismo. Si durante toda su infancia has estado poco presente o no hubo una comunicación adecuada y la relación siempre fue de una forma determinada, debes reflexionar sobre tu participación en el crecimiento de tus hijos.
No cambies de reglas radicalmente y a corto plazo. Comienza de a poco, charlando con tus hijos, de forma directa, como mejorar la relación
- Remarca las cosas positivas. Durante esta etapa, necesitan sentirse reconocidos y valorados. No apuntes siempre a los defectos, remarca sus cualidades y halaga sus virtudes.
La motivación es una buena compañera, es el motor que lleva a tus hijo a realizar esfuerzos y actividades. No dudes en motivarlos con energía positiva y aceptación.
Si tus hijos adolescentes quieren hacer algún deporte o actividad cultural aprovecha y trata de facilitarle el acceso para que utilice su tiempo libre de forma productiva.
- Ármate de paciencia. Por más que incites a la comunicación, notarás que los que más se rehúsan a hablar son los hijos. Ellos necesitan tiempo para asimilar las nuevas emociones y sentimientos.
No te pongas insistente. Dale espacio para reflexionar y los momentos para charlar aparecerán.
- Los valores y criterios de los padres deben ser más firmes que los impulsos de los adolescentes. Son fundamentales y aportan seguridad confianza y responsabilidad en los hijos. La ausencia de límites no produce buenos resultados en su educación.
- No te excedas con los controles. Pon en claro que ellos son responsables por su vida. Tu guiarás esa responsabilidad pero ellos deben saber que son responsables por sus actos. Los hijos suelen responder mejor cuando tienen esto en claro.
- Concreta acuerdos. Aprovecha al máximo los momentos en los que puedes hablar con tus hijos y acuerdas cosas que ambas partes deben cumplir. Si estas luego no se cumplen, pide explicaciones y refresca el acuerdo.
Lo que no funciona con los adolescentes
Ante todo, nunca hay que perder la comunicación. Debes evitar que los enfados y las discusiones impidan acercarte a tu hijo:
- Siempre ser respetuoso a la hora de hablar. Evita los insultos y las malas formas. No hables gritando ni en tonos agresivos. Si algo te ha enojado, espera a estar calmado para discutir.
- Evita los castigos frecuentes. Pierden efecto.
- No culpabilizar al otro por los errores. Todo es reflejo del empeño y la atención que los padres ponen. También debes reflexionar si el camino que estás eligiendo para educar a tus hijos es el correcto.
- No recriminar siempre lo negativo. Cuando tus hijos hacen las cosas bien debes felicitarlos.
- No tratarlos como niños. Son adolescentes y quieren ser tratados como personas grandes.
La adolescencia es un momento que requiere de mucha paciencia, flexibilidad pero por sobre todo mucho amor de parte de los padres para acompañar en este proceso de crecimiento tan importante de la vida. ¡Éxitos!
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